Vino Blanco

El vino blanco es una variedad de vino que puede tener diferentes tonalidades del amarillo, como de paja, amarillo verde o amarillo dorado. Se produce por la fermentación alcohólica de la pulpa no coloreada de uva que puede tener la piel de color blanco o negro. En el proceso de producción es necesario separar los hollejos para que no tintin el mosto.

El vino blanco, se elabora mayoritariamente a partir de uva blanca, aunque también es posible elaborarlo a partir de uvas tintas limitando al mínimo el contacto del mosto con los hollejos, con el objetivo de que éstas no liberen color. El proceso más habitual, sin embargo, consiste en prensar la uva despalillada y separar el mosto de la pasta inmediatamente para que posteriormente fermente sin la presencia de las pieles. La baja tanicidad (sequedad) derivada de la mínima infusión de las pieles deriva en un estilo de vino más amable y versátil que el negro y en una sensación táctil más dócil. Además, la mayoría de vinos blancos, especialmente los de climas más cálidos, no realizan la fermentación maloláctica. Esto, les permite conservar toda su frescura natural.

Otro estilo de blanco a destacar es el llamado brisado, en la elaboración el mosto fermenta con las pieles. Es decir, se elabora como si de un negro se tratara, dando lugar a un vino más estructurado y secando.

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